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miércoles, 19 de enero de 2011

LA CUESTA… ¡YA NO CUESTA!


Termina el año y sus festejos y comienza el año con el fin de las comilonas monumentales y las “pachangas” interminables e inicia la “resaca” producto de tanta fiesta consecutiva; situación que no sólo afecta al bolsillo y la economía por supuesto, sino que también deja secuelas en el individuo y su anatomía. Empezamos a resentir los efectos de todo lo que gastamos de último momento y por supuesto, todo lo que devoramos sin el más mínimo tiento ¡Ah! Como dicen por ahí… ¡Ya viene la cuesta de enero y febrero! En cuestiones financieras mi querido lector, aunque moriría de ganas de poder ayudarle de cualquier manera, la verdad es que no tengo más que nociones básicas del tema, así que mejor no conviene arriesgarnos; pero en cuanto a lo que es la nutrición, la alimentación y la solución a todos los estragos Post-temporada (Créanme es mi especialidad pues “El Regreso De Los Arrepentidos De Diciembre” es mi temporada más alta, laboralmente hablando) yo tengo mucho que decir y compartir, así que siga leyendo mi querido lector que voy a darle una lista de tips que le harán darse cuenta de que “la cuesta de enero y febrero… ¡Ya no cuesta!” Bien, si su lista de propósitos de Año Nuevo se vio encabezada por los temas de cuidado corporal y de fomentar un estilo de vida más sano, definitivamente debe empezar a agregar nuevos hábitos de alimentación y rutinas de preparación de alimentos que sean lo más sanos posibles. Para cocinar debe elegir técnicas donde se utilice poca grasa como: horneado, a la plancha, empapelado, a las brazas o al vapor y trate de utilizar la más mínima cantidad de grasa posible; prefiriendo siempre aceites como los de oliva extra virgen, girasol, canola o soya, que en su versiones en aerosol (Como el PAM) son aun mejor, pues nos ayudan a controlar más la cantidad de aceite que se ocupa, aunque su único inconveniente es que son caros; así que para suplirlos puede vaciar un poco de su aceite embotellado en un difusor para dosificarlo de la misma manera y utilizar no más de 2 a 3 disparos en su preparaciones. Para dar sabor a sus alimentos sin agregar calorías a base de grasa como la crema, los aderezos, el queso crema, etc. Utilice las hierbas de olor como: tomillo, mejorana, clavo, especias italianas, laurel, pimienta, albahaca, condimentos de limón con pimienta o ajo, etc. Procure que sus guisos sean a base mayormente de pollo sin piel (Unas 3 veces por semana), de pescado (1 a 2 veces por semana) y de carnes rojas como res (Cortes sin grasa como: filete, molida especial, cuete, etc.) o el puerco (Sólo lomo, pierna o filete) de 2 a 3 veces por semana únicamente; acompáñelos siempre de verduras ya sea dentro del mismo guisado o como guarnición en forma de ensalada o de guisados (Esto ayudará a moderar la cantidad de carne que consume, pues al comer más verduras le queda menos espacio para la carne). Si se ha propuesto no comer entre comidas, el proceso de adaptación puede ser duro, así que facilítese las cosas teniendo a la mano un recipiente lleno de verduras picadas como: jícama, pepino, zanahorias, betabel rayado, etc. Para que pueda “picar” fácilmente cuando tenga ansiedad o antojo; o en caso de que su “antojo” tenga predilección por lo dulce, tenga a la mano porciones individuales de Yogurt para beber Light (1 Pza. De Svelty o Yoplait Light, o Vitalinea o Activia 0%, etc.) O helado Light (1/2 Tza. De helado Svelty) que son muy buenos “placebos” para matar el antojo; al igual que 1 Tza. De gelatina Light, ya sea de leche o de agua (La marca D´Gari Light maneja una variedad y una sabor excelente) y el jugo de verduras (Tipo V8) pueden ser también excelentes colaciones bajas en calorías. El consumo suficiente de agua también es básico para un estilo de vida saludable, un promedio de 1.5 a 2 Lts. De agua es un excelente aporte para el organismo, si bien en épocas de frío no se antoja mucho el agua, puede consumirla en versiones de Té sin azúcar (Por lo que el Nestea o el Lipton definitivamente quedan fuera de lo permitido) O bien, si el clima no es el inconveniente, sino más bien que se le olvida tomarla, entonces llene siempre una botella de 1 Lt. De agua y colóquela en su auto para llevarla a donde sea; o bien, sirva una jarra de agua pura y déjela al alcance en su refri, para que cada que abra la puerta se proponga beber un vaso de agua. Y ya por último, trate de planear con anticipación los menús que va a preparar durante la semana eligiendo comidas saludables para que, ya con una idea general de lo que va a utilizarse en la semana pueda ir con tiempo al súper y tener todo lo que se necesita a la mano, para improvisar lo menos posible (Pues improvisando es como normalmente caemos en preparaciones no tan sanas o incluso ordenando comida rápida, mejor conocida como chatarra, para salir del apuro). En fin, estos serían los primeros pasos básicos a seguir dentro de la rutina de alimentación diaria, la próxima semana hablaré de los cambios o modificaciones que se pueden hacer para cuidar nuestro peso aún en circunstancias especiales (Como el café con las amigas, las visitas a los restaurantes o cuando se tiene que comer fuera de casa porque no queda de otra). ¡Esté atento mi querido lector!

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